Hablar de cultura del bien común supone entenderla como elemento transformador y de cohesión social, como un derecho esencial que nos convierte en una sociedad más crítica y empoderada, y como una herramienta para el diálogo.

Desde esta perspectiva, en abril de 2016 se aprobó la normativa reguladora del Consejo de Cultura de Zaragoza. Un reglamento que define el formato de participación en las políticas culturales por parte de agentes y productores culturales, profesionales y usuarios, a través de las mesas sectoriales, que son entidades sin personalidad jurídica que forman el Consejo de Cultura de Zaragoza. La característica principal de estas mesas es que son auto-constituidas, a través de un acta fundacional en la que se han de incluir un mínimo de 25 personas, identificar el sector cultural al que pertenece (aunque hay también una mesa intersectorial) e identificar a las personas encargadas de la coordinación y la secretaría. Las mesas sectoriales constituidas a julio de 2018 eran: Artes Plásticas y Gráficas, Audiovisuales y Comunicación, Circo, Cómic, Danza, Divulgación de la Cultura Tradicional Aragonesa, Gestión Cultural y Cultura Comunitaria, Jota, Música, Patrimonio, Libro y Literatura, y Teatro.

Así, a partir de julio de 2017 hay distintos programas del área de cultura del Ayuntamiento de Zaragoza que se diseñan a través de estas doce mesas sectoriales, formadas por más de 4.000 personas implicadas en áreas que van desde el circo a las artes plásticas, la danza o el cómic, y que están representadas en el máximo órgano de decisión que es el Consejo de Cultura. Entre las atribuciones de este órgano está la propuesta de las bases reguladoras de las subvenciones de cultura.

La constitución de este Consejo como el principal elemento de participación ciudadana, debate, seguimiento, evaluación y rendición de cuentas sobre las políticas culturales que se diseñen para la Ciudad, ha sido un logro destacado del gobierno de la ciudad con el que pretende la construcción de una sociedad más democrática.