El Plan de Eficiencia Energética puesto en marcha en diciembre de 2015 incluye varias políticas de ahorro energético que han conseguido reducir el gasto de energía en más de 4,6 millones de euros en tres años y que supone una reducción de casi un 25% en el consumo total de electricidad.

Iniciativas como el Plan de Apagado que se puso en marcha como primera medida de ahorro en el alumbrado público, o la auditoría energética en los edificios municipales mediante la que se ha identificado los espacios municipales más consumidores, así como el proceso de eficiencia energética que impulsa soluciones de ahorro energético en el alumbrado público, han permitido establecer las medidas y prioridades más oportunas para avanzar hacia una reducción del consumo y un modelo de consumo energético más sostenible. Además, parte de estos ahorros energéticos se reinvierten en más intervenciones de alumbrado público que han revertido en la certificación energética de los edificios y la sustitución de luminarias en edificios municipales.

Se prevé que el ahorro energético aumente durante el 2018, cuando se podrán ver los efectos del proyecto financiado con un crédito de 4 millones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) ejecutado durante los últimos meses de 2017 y que permitió la sustitución de casi un 30% de las luminarias de la ciudad. Un crédito suplementario de 4 millones de euros en 2018 supondrá una disminución del 85% en el consumo de las instalaciones y un ahorro anual de más de un millón de euros.

Este Plan de Eficiencia Energética permite invertir el presupuesto ahorrado en otras partidas más necesitadas, reducir la contaminación lumínica de las calles, luchar contra el cambio climático y también, ser ejemplares en el uso del dinero público de la ciudadanía.