Uno de los principales objetivos del equipo de gobierno del Ajuntament de València es la equidad fiscal. El PP había abandonado la inspección de tributos municipales en la última década, dedicando exclusivamente este servicio a la comprobación de plusvalías (IVTTNU).

En el plan de inspección del año de 2016 se introduce la inspección del Impuesto de Actividades Económicas (IAE), la última inspección de este impuesto que pagan las empresas que facturan más de un millón de euros, se había realizado en el ejercicio 2004. Desde agosto de 2016 hasta mayo de 2018 se ha ingresado por ese concepto 4,7 millones de euros en cantidades regularizadas y sanciones. Del total de inspecciones realizadas se ha encontrado fraude en el 74% de las comprobaciones.

En el plan de inspección del ejercicio 2017 se introduce la inspección del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO), en el Ayuntamiento de Valencia nunca se había realizado la inspección de este impuesto. Desde mayo de 2017 hasta mayo de 2018 se ha ingresado por ese concepto 2,7 millones de euros en cantidades regularizadas y sanciones. Hasta ahora del total de inspecciones realizadas se ha encontrado fraude en el 76% de las comprobaciones.

El abandono de la inspección de estos dos tributos fundamentales para los ingresos municipales en València había llevado a un fraude masivo por parte de los contribuyentes. El refuerzo de la inspección llevada a cabo por el Govern de la Nau ha supuesto el incremento de los ingresos municipales y acabar con la sensación de impunidad de los deudores, reforzando el principio fundamental de la equidad.

Además durante el periodo de enero 2016 a mayo de 2018 se ha continuado con la inspección del impuesto de la plusvalía destapando 8 millones de euros de fraude. El próximo paso del Ajuntament de València es la firma de un convenio con el catastro para asumir en los próximos meses la inspección del IBI, la principal fuente de ingresos propios de la administración municipal.