El protocolo NO CALLEM contra las agresiones sexuales en espacios de ocio privados forma parte de la actuación municipal en prevención y atención de la violencia machista en la ciudad. Se trata de una medida pionera en España que da continuidad a los stands y protocolos que se estaban implementando en los últimos años en diferentes ciudades.

A estos se han sumado salas de música y festivales de renombre internacional (como la Sala Apolo o Razzmatazz o los festivales Primavera Sound, Sónar y Brunch in the City). Este protocolo reserva un papel destacado a las personas responsables y trabajadoras de los locales, ya que se les dota de herramientas para detectar situaciones de posibles agresiones y acosos sexuales y para que puedan atenderlas.

Para ello, el Ayuntamiento de Barcelona ha ofrecido formación sobre cómo detectar una agresión, cómo atender a las personas agredidas, cómo saber quién puede ser el agresor, a quien derivar o qué derechos defender durante la actuación, y todo ello en función de la voluntad de la propia persona agredida y del grado y tipo de agresión.

Además de estas actuaciones, los espacios adheridos al protocolo deben adoptar una serie de normas de prevención, entre las que destacan medidas de control de acceso, que eviten criterios discriminatorios o sexistas (como precios de entrada diferenciados por sexo, bonificaciones en bebidas para las mujeres o códigos de vestimenta obligatorios por sexo) y limitar el acceso a la sala o al recinto a las personas que presenten ya fuera del local comportamientos acosadores. Además, cada espacio debe analizar sus zonas oscuras, escondidas o que faciliten la vulnerabilidad de las personas usuarias y priorizar su vigilancia.

El protocolo va acompañado de una campaña de comunicación que es visible en el interior de las salas y festivales con el lema ‘No callemos’: un eslogan que recoge el compromiso colectivo.

La iniciativa se enmarca en el Plan por la justicia de género del Ayuntamiento que persigue que Barcelona sea una ciudad más equitativa, próspera, humana y sostenible, donde se puedan desarrollar derechos y oportunidades de forma igualitaria entre hombres y mujeres.